domingo, 25 de octubre de 2015

BALANCE TAURINO ECONOMICO DEL 2015


El mundo del toro resiste a la crisis y al ataque prohibicionista, sacando pecho.

La temporada de 2015, toca a su fin y se va a cerrar con un total de 1.145 festejos celebrados, cifra muy parecida a la del año pasado. Esto va a suponer un impacto económico global de más de 3.500 millones de euros y una creación de empleo para 199.000 personas, o lo que es lo mismo, trabajo para el 1% de quienes trabajan en España. Esto se traduce en un Producto Interior del 0´32 % del PIB de España.

Durante éste año, se ha mantenido la cifra de festejos mayores celebrados, en comparación con la anterior temporada. Este año, al final de la temporada, se van a celebrar en España 1.145 corridas de toros, 31 menos que en 2014.

Es en Castilla y León donde se ha alcanzado el mayor número con 233 festejos, seguido de Castilla La Mancha con 225, en tercer y cuarto lugar se sitúan, Madrid con 196 y Andalucía con 190. En solo éstas regiones se concentra el 73% del mercado taurino, o lo que es lo mismo, tres de cada cuatro festejos, se celebran en alguna de estas comunidades.

Es Madrid la provincia que más se desmarca del resto por su pujanza económica. Le siguen Toledo con 72 festejos mayores, Ávila con 53, Badajoz con 45 y Salamanca con 43.

De estos datos, se desprende que se va a producir una merma de 2´6% con respecto al año pasado, destacando que éstas cifras no incluyen, festejos menores, como novilladas sin picadores y las becerradas, que representan un 18% del total de eventos taurinos que se dan en las plazas de toros, festejos éstos que se encuentran en una tendencia alcista, así como tampoco se incluyen, los festejos populares, en claro auge también, ya que se han disparado a un 16´8% más, en relación a la pasada temporada. En el balance de 2015, sí que están incluidos los festivales, que han repuntado un 4´5% este año.

La ratio actual es de 9´7 corridas por cada millón de habitantes, ratio muy similar a la que existió en la Edad de Plata de la Tauromaquia que estaba en 11´7 ó las 12´5, que fue la ratio durante la Edad de Oro del toreo, por cuya razón podemos afirmar, que la vigencia taurina actual es tan importante como la que hubo en la mejor época del toreo, durante las década de los años diez y veinte del siglo pasado.

Esta leve caída en el número de festejos producida este año (31 menos), viene explicada en parte porque se han dejado de celebrar varias ferias por imposición política. Como ha ocurrido en Coruña, donde Marea Atlántica rescindió el contrato al empresario Tomás Entero, o en Gandía gobernada por PSOE, Ciudadanos y Compromís, ídem de lo mismo, en las Rozas (Madrid) con alcalde del PP o Requena con el PSOE.

En ciudades tan emblemáticas como Alicante o Huesca, los nuevos gobiernos locales tienen intenciones prohibicionistas, pero aún no se han atrevido a dar el paso, por aquello de la pérdida de votos. Y Mallorca se ha declarado ciudad anti-taurina, algo que el gobierno regional quiere expandir a todo Baleares.

En el lado opuesto, las elecciones trajeron la vuelta del toreo a San Sebastián, con el PNV, después de tres años de veto impuesto a los ciudadanos por Bildu.

Este año el número de asistentes a las Plazas de Toros ha crecido hasta los seis millones de espectadores. O lo que es lo mismo, tres veces más espectadores han asistido a ver toros, que los que asisten a la ACB de Baloncesto.


Solo por la recaudación de taquilla el Estado recauda 45 millones de euros en concepto de IVA por toros, o lo que es lo mismo, el Estado recauda 62% más de IVA de los toros, que del Cine, aun cuando el cine recibe en concepto de ayudas más de 60 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado y los Toros, cero euros patateros.

La suma de todas las actividades empresariales taurinas representa un IVA total de nada menos que 139 millones de euros, según la patronal empresarial Anoet.

Como consecuencia del interés económico del negocio taurino, el toro da trabajo a 199.000 personas, 57.000 en el sector propiamente dicho y 142.000 en actividades vinculadas al mundo taurino. Por lo que se puede decir que 1´15% del total de cotizantes que hay en España, son cotizaciones a la Seguridad Social que provienen del toro.

Debido al toreo, el turismo y la hostelería obtienen 1.610 millones de euros al año. De esa cantidad, casi tres cuartas partes van a parar directamente a los hoteles, los bares y restaurantes. Lugares turísticos tan importantes como Málaga, Madrid, Toledo, Sevilla, Cádiz, Huelva o Valencia, ven en los toros un gran revulsivo turístico todos los años. No en vano, el toro es con lo que los turistas más asocian a España, tercer país receptor de visitantes del mundo, según el Barómetro Imagen de España del Instituto Elcano.

El impacto turístico de los toros es enorme: por cada 50 euros invertidos en la compra de una entrada, el sector taurino genera 118 dirigidos a enriquecer la economía local, o lo que es lo mismo, por cada euro que se invierte en toros, los negocios de una ciudad ingresan 2´3 euros.

Esto es crear riqueza, no lo que han hecho otros, que han llegado a algunas administraciones como elefantes a cacharrerías, para vendernos solo humo, dejando a su aire caer la economía y el empleo, para que esta dejadez, la padezcan los de siempre.