Más del 90% de las ganaderías actuales de bravo, han
de encontrar sus origines en la primitiva vacada que formó hacia 1770 don Pedro
Luis de Ulloa y Calis, primer Conde de Vistahermosa, quien adquiere a los
hermanos Rivas, vecinos de Dos Hermanas (Sevilla), la piara de vacas que éstos
había ido formando, comprando reses sueltas o pequeños hatos de sangres
distintas, que van ligando y depurando, consiguiendo paulatinamente un gran
filón de bravura.
El primer Conde de Vistahermosa traslada el ganado
adquirido al cortijo “Salvador Díaz” ubicado en Utrera (Sevilla), Ciudad ésta por
entonces paraíso del ganado bravo, pues allí era donde se encontraban erradicados
los ganaderos más importantes de aquella época.
El Conde ayudado por el afamado mayoral Francisco
Jiménez “Curro el Rubio”, que había
estado como conocedor en la vacada de los Rivas, realiza una durísima selección
mediante tienta por acoso y derribo, desechando lo que él creía que no le
serviría y aprovechando las mejores reses, que van a hacer realidad una grandiosa
ganadería, raíz de la mayor parte de las que existen en la actualidad.
Consiguen un toro de constitución robusta y de
excelente trapío, diferente a los toros del resto de ganaderías, que habían
basado su fama en la fuente inagotable de bravura, creada por los frailes cartujos
de la Defensión de Jerez de la Frontera, desde el siglo XVI. Los toros “condesos”,
tienen una regular presencia comparados con aquellos grandísimos toros de Cabrera o de Casa-Ulloa, pesan poco, y su poder no es exagerado, de cabeza pequeña y bonitos de lámina, corni-cortos y finos de extremidades. Son bravos y nobles, lo que permite la realización de cualquier suerte, no dando todo su juego en varas, llegando a banderillas y al último tercio ofreciendo las mismas condiciones que cuando aparecían por el chiquero. En cuanto a capas, en los toros de Vistahermosa predomina el pelo negro, en ocasiones, aparece el chorreado en verdugo, cárdeno oscuro y de vez en cuando, también algún castaño melocotón.
tienen una regular presencia comparados con aquellos grandísimos toros de Cabrera o de Casa-Ulloa, pesan poco, y su poder no es exagerado, de cabeza pequeña y bonitos de lámina, corni-cortos y finos de extremidades. Son bravos y nobles, lo que permite la realización de cualquier suerte, no dando todo su juego en varas, llegando a banderillas y al último tercio ofreciendo las mismas condiciones que cuando aparecían por el chiquero. En cuanto a capas, en los toros de Vistahermosa predomina el pelo negro, en ocasiones, aparece el chorreado en verdugo, cárdeno oscuro y de vez en cuando, también algún castaño melocotón.
El primer Conde de Vistahermosa fallece el 23 de mayo
de 1776 en Utrera y sus restos reposan en la Parroquia utrerana de Santa María de Mesa, donde existe una lápida sepulcral, en la nave central, hacía el lado de la Epístola, que reza: “D.O.M. Este entierro es de D. Pedro Luis de
Ulloa i Dñª María Tomasa Halcón de Cala su Mg. Condes de Vista-Hermosa i de sus
descendientes i sucesores”.
Toma el relevo su hijo don Benito de Ulloa y Halcón de
Cala. Durante ésta nueva etapa, se lidian toros “condesos” por primera vez en
Madrid el 2 de agosto de 1790, con divisa escarolada y en abril de 1796 en
Sevilla, luciendo divisa pajiza
y blanca. Es también en este tiempo cuando el
segundo Conde, víctima de su honradez y formalidad, se ve obligado a pagar el
diezmo mediante la entrega de un gran número de añojos y añojas, que van a
parar a manos de su vecino y adversario ganadero utrerano don Vicente José Vázquez, que valiéndose de su argucia y
habilidad, aquel año de 1790, se había convertido en el rematador del diezmo, pasando
éste a contar en su vacada con la ansiada sangre condesa, por la que tiempos
antes, había llegado a ofrecer cantidades incalculables al Conde, recibiendo
siempre a cambio la contestación de “Mis vacas y mis toros, son sólo para mí”.
Iglesia de Santa María de Mesa Utrera |
El segundo Conde de Vistahermosa fallece en Utrera el
17 de noviembre de 1800, en estado de soltería, y le sucede su
hermano don
Pedro Luis de Ulloa y Halcón de Cala, Tercer Conde de Vistahermosa.
Iglesia de Santa María de Mesa en Utrera |
Durante su periodo, el tercer Conde ha de hacer frente
a la prohibición de las corridas de toros de 1803; vivió a partir de 1808 la
ocupación francesa en Utrera, financiando y contribuyendo a armar a los
guerrilleros utreranos; ha de
sacrificar ganado bravo y manso para paliar la hambruna que padece el pueblo durante
la Guerra de la Independencia; el Conde de Vistahermosa y Marqués de Casa Ulloa se ven obligados a regalar los toros que se corren con motivo del cumpleaños de
Napoleón, en Sevilla y en Utrera; Vistahermosa y otros dos agricultores, se
hacen cargo de la multa de un millón de reales que imponen los franceses al
pueblo de Utrera, como consecuencia de actos guerrilleros. Para colmo, finalizada
la Guerra, en marzo de 1814, se le abre
un expediente judicial de depuración en el que se le acusa de afrancesado y es
detenido. Al final, tras certificar el Cabildo de Utrera el apoyo que el Tercer
Conde tuvo hacia la guerrilla, fue liberado y regresa a su pueblo. Las malas
cosechas, la subida de impuestos y la renta de tierras improductivas, empiezan a
hacer mella en su capital. En 1820, tragándose su orgullo y ante una inminente
ruina, le propone a Vicente José Vázquez que le compre la finca “Valcargado” y que le permita continuar allí,
como arrendatario.
Palacio de los Condes de Vistahermosa |
El Tercer Conde, fallece en Utrera a los 70 años de
edad, el día 29 de junio de 1821, en estado de soltero y sin descendencia,
sucediéndole su hermana doña Luisa de Ulloa y Halcón de Cala, contando ésta la
edad de 69 años y de estado civil soltera, como sus dos hermanos, quien en 1823
decide vender la ganadería en cinco partes.
La primera parte y más numerosa, la compra JUAN DOMINGUEZ ORTIZ “el Barbero de Utrera”, de cuya rama se da origen a ganaderías
como la de José Arias de Saavedra, Núñez de Prado, Francisco Pacheco, Adalid,
Juan Vázquez, Marqués de Villamarta y Marqués de los Castellones.
Otra parte la compra LUIS MARIA DURAN y ANTONIO MELGAREJO, siendo fruto de esta rama
ganaderías como Marqués de Sales, Anastasio Martín, Manuel Suárez, Dolores
Monge, Joaquín Murube y Eduardo Ibarra.
Una tercera, es
adquirida por SALVADOR VAREA, que da origen a las ganaderías de Ignacio Martín,
Pedro Picavea de Lesaca y Marqués de Saltillo.
Otra es adquirida por JOAQUIN GIRALDEZ, dando lugar esta rama a la de
Placido Comesaña, Arribas, Jerónimo Martínez Enrile, Ziguri y Concha y Sierra.
Y la quinta y última, la adquiere FERNANDO FREIRE, que dará origen a ganaderías como la de Dolores
Zambrano, Justo Hernández, Antonio Hernández y Faustino Udaeta.
Palacio de los Condes de Vistahermosa, hoy Ayuntamiento de Utrera. |
Con el cruce y refresco de muchas de las ganaderías citadas, nos han llegado hasta nuestros días encastes como Albacerrada, Contreras, Murube-Urquijo, Parlade y sus derivados, Saltillo, Santa Coloma y Urcola.
La casa-palacio de los Condes de Vistahermosa, es
adquirida por don Clemente de la Cuadra, rico emigrante indiano a su vuelta de América y es su descendiente don Enrique de la Cuadra y Guibaja,
Marqués de San Marcial, quien lo hereda, siendo hoy sede del Ayuntamiento de Utrera.
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