martes, 28 de noviembre de 2017

VISTAHERMOSA: La prehistoria de la Ganadería Brava de hoy.

Más del 90% de las ganaderías actuales de bravo, han de encontrar sus origines en la primitiva vacada que formó hacia 1770 don Pedro Luis de Ulloa y Calis, primer Conde de Vistahermosa, quien adquiere a los hermanos Rivas, vecinos de Dos Hermanas (Sevilla), la piara de vacas que éstos había ido formando, comprando reses sueltas o pequeños hatos de sangres distintas, que van ligando y depurando, consiguiendo paulatinamente un gran filón de bravura.

El primer Conde de Vistahermosa traslada el ganado adquirido al cortijo “Salvador Díaz” ubicado en Utrera (Sevilla), Ciudad ésta por entonces paraíso del ganado bravo, pues allí era donde se encontraban erradicados los ganaderos más importantes de aquella época. 

El Conde ayudado por el afamado mayoral Francisco Jiménez  “Curro el Rubio”, que había estado como conocedor en la vacada de los Rivas, realiza una durísima selección mediante tienta por acoso y derribo, desechando lo que él creía que no le serviría y aprovechando las mejores reses, que van a hacer realidad una grandiosa ganadería, raíz de la mayor parte de las que existen en la actualidad.

Consiguen un toro de constitución robusta y de excelente trapío, diferente a los toros del resto de ganaderías, que habían basado su fama en la fuente inagotable de bravura, creada por los frailes cartujos de la Defensión de Jerez de la Frontera, desde el siglo XVI. Los toros “condesos”,
tienen una regular presencia comparados con aquellos grandísimos toros de Cabrera o de Casa-Ulloa, pesan poco, y su poder no es exagerado, de cabeza pequeña y bonitos de lámina, corni-cortos y finos de extremidades. Son bravos y nobles, lo que permite la realización de cualquier suerte, no dando todo su juego en varas, llegando a banderillas y al último tercio ofreciendo las mismas condiciones que cuando aparecían por el chiquero. En cuanto a capas, en los toros de Vistahermosa predomina el pelo negro, en ocasiones, aparece el chorreado en verdugo, cárdeno oscuro y de vez en cuando, también algún castaño melocotón.

El primer Conde de Vistahermosa fallece el 23 de mayo de 1776 en Utrera y sus restos reposan en la Parroquia utrerana de Santa María de Mesa, donde existe una lápida sepulcral, en la nave central, hacía el lado de la Epístola, que reza: “D.O.M. Este entierro es de D. Pedro Luis de Ulloa i Dñª María Tomasa Halcón de Cala su Mg. Condes de Vista-Hermosa i de sus descendientes i sucesores”.

Toma el relevo su hijo don Benito de Ulloa y Halcón de Cala. Durante ésta nueva etapa, se lidian toros “condesos” por primera vez  en Madrid el 2 de agosto de 1790, con divisa escarolada y en abril de 1796 en Sevilla, luciendo divisa pajiza
Iglesia de Santa María de Mesa  Utrera
y blanca. Es también en este tiempo cuando el segundo Conde, víctima de su honradez y formalidad, se ve obligado a pagar el diezmo mediante la entrega de un gran número de añojos y añojas, que van a parar a manos de su vecino y adversario ganadero utrerano don Vicente José Vázquez, que valiéndose de su argucia y habilidad, aquel año de 1790, 
se había convertido en el rematador del diezmo, pasando éste a contar en su vacada con la ansiada sangre condesa, por la que tiempos antes, había llegado a ofrecer cantidades incalculables al Conde, recibiendo siempre a cambio la contestación de “Mis vacas y mis toros, son sólo para mí”.

El segundo Conde de Vistahermosa fallece en Utrera el 17 de noviembre de 1800, en estado de soltería, y le sucede su
Iglesia de Santa María de Mesa en
Utrera
hermano don Pedro Luis de Ulloa y Halcón de Cala, Tercer Conde de Vistahermosa.

Durante su periodo, el tercer Conde ha de hacer frente a la prohibición de las corridas de toros de 1803; vivió a partir de 1808 la ocupación francesa en Utrera, financiando y contribuyendo a armar a los guerrilleros utreranos; ha de sacrificar ganado bravo y manso para paliar la hambruna que padece el pueblo durante la Guerra de la Independencia; el Conde de Vistahermosa y Marqués de Casa Ulloa se ven obligados a regalar los toros que se corren con motivo del cumpleaños de Napoleón, en Sevilla y en Utrera; Vistahermosa y otros dos agricultores, se hacen cargo de la multa de un millón de reales que imponen los franceses al pueblo de Utrera, como consecuencia de actos guerrilleros. Para colmo, finalizada la Guerra, en marzo de 1814, se le abre
Palacio de los Condes de Vistahermosa
un expediente judicial de depuración en el que se le acusa de afrancesado y es detenido. Al final, tras certificar el Cabildo de Utrera el apoyo que el Tercer Conde tuvo hacia la guerrilla, fue liberado y regresa a su pueblo. Las malas cosechas, la subida de impuestos y la renta de tierras improductivas, 
empiezan a hacer mella en su capital. En 1820, tragándose su orgullo y ante una inminente ruina, le propone a Vicente José Vázquez que le compre la finca “Valcargado” y que le permita continuar allí, como arrendatario.

El Tercer Conde, fallece en Utrera a los 70 años de edad, el día 29 de junio de 1821, en estado de soltero y sin descendencia, sucediéndole su hermana doña Luisa de Ulloa y Halcón de Cala, contando ésta la edad de 69 años y de estado civil soltera, como sus dos hermanos, quien en 1823 decide vender la ganadería en cinco partes.
Palacio de los Condes de Vistahermosa

La primera parte y más numerosa, la compra JUAN DOMINGUEZ ORTIZ “el Barbero de Utrera”, de cuya rama se da origen a ganaderías como la de José Arias de Saavedra, Núñez de Prado, Francisco Pacheco, Adalid, Juan Vázquez, Marqués de Villamarta y Marqués de los Castellones.

Otra parte la compra LUIS MARIA DURAN  y ANTONIO MELGAREJO, siendo fruto  de esta rama ganaderías como Marqués de Sales, Anastasio Martín, Manuel Suárez, Dolores Monge, Joaquín Murube y Eduardo Ibarra.

Una tercera,  es adquirida por  SALVADOR VAREA, que da origen a las ganaderías de Ignacio Martín, Pedro Picavea de Lesaca y Marqués de Saltillo.

Otra es adquirida por JOAQUIN GIRALDEZ, dando lugar esta rama a la de Placido Comesaña, Arribas, Jerónimo Martínez Enrile, Ziguri y Concha y Sierra.

Y la quinta y última, la adquiere FERNANDO FREIRE, que dará origen a ganaderías como la de Dolores Zambrano, Justo Hernández, Antonio Hernández y Faustino Udaeta.

Palacio de los Condes de Vistahermosa, hoy
Ayuntamiento de Utrera.
Así se pone fin a 53 años de historia de ésta ganadería en manos de los Vistahermosa (1770-1823).

Con el cruce y refresco de muchas de las ganaderías citadas, nos han llegado hasta nuestros días encastes como Albacerrada, Contreras, Murube-Urquijo, Parlade y sus derivados, Saltillo, Santa Coloma y Urcola.

La casa-palacio de los Condes de Vistahermosa, es adquirida por don Clemente de la Cuadra, rico emigrante indiano a su vuelta de América y es su descendiente don Enrique de la Cuadra y Guibaja, Marqués de San Marcial, quien lo hereda, siendo hoy sede del Ayuntamiento de Utrera.

sábado, 18 de noviembre de 2017

HAY QUE APRENDER DE TOROS



Este  no sale todas las tardes
Se ha terminado otra temporada y como siempre, hemos visto lo que últimamente nos vienen ofreciendo.

En primer lugar, se ha de tener en cuenta, que cada día se torea mejor y que hoy se está toreando como nunca se toreó. Lo conseguido se debe, a que se ha llegado a elaborar un toro apto y apropiado sólo y exclusivamente para el lucimiento del torero, un toro apagado de salida, que hace posible la colocación del torero, de manera que le permite expresar su toreo.

El toro que sale actualmente en casi todas las plazas, por regla general y salvo contadas excepciones, es un animal bobalicón, sin codicia, que va y viene de forma casi programada, con las fuerzas justas en la mayoría de los casos, al que hay que cuidar a lo largo de su lidia y sobre
bajando las manos
todo, en la suerte de varas. Se ha llegado a conseguir un toro ideal para hacer siempre buena faena, justo de casta, sin bravura, sin mucho motor, con nada de violencia. Un animal, rozando lo contrario a lo que debe de ser un toro bravo de lidia. 

Teniendo frente ese animal con esas condiciones, los toreros actuales deberían estar ejecutando el toreo de una manera perfecta, sobre todo aquellos que pueden lidiar este tipo de ganado, las figuras principalmente, que son siempre más cuidadas por las empresas.

Pues pese a que el animal que actualmente se lidia está hecho a favor de obra, osea es un dechado de virtudes para el toreo y para el torero, esa forma casi perfecta de torear no se llega a conseguir y ni tampoco, se persigue conseguirla.

Como se debe picar
Se ha dejado de ver torear con el capote de verdad, cargando la suerte, echando la “pata palante”; hoy día la mayoría de los toreros cuando torean a la verónica, no llevan al toro toreado en el capote, dejan que pase el animal para un lado y otro, a su aire, no le marcan el recorrido que ha de mandar el torero, no le van andando hacia adelante, hacia los medios.

Cuando en algunas ocasiones vemos un quite, muy de tarde en tarde, suelen utilizar lances llamativos, pero poco ortodoxos y mal ejecutados, como por ejemplo, cuando se hace por chicuelinas, que se llevan las manos por encima del hombro en la mayoría de las ocasiones, cuando la verdad, está en bajar las manos y en llevar al animal completamente toreado, dejando los pies totalmente pegados al suelo.

Banderillear por Fax
La suerte de varas se ejecuta siempre mal. Se ha implantado el mono-puyazo, el picar trasero y no rectificar, además de tapar la salida del animal, que está haciendo que el público aborrezca la labor del picador y que incluso, les abucheen antes de que el toro haya tenido contacto con la puya.

Una suerte de varas, bien hecha y dosificada, es uno de los momentos de la tauromaquia más bellos y más importantes de la lidia, que deberíamos mostrar y enseñar continuamente los profesionales y los aficionados, a quienes se interesan por la fiesta.

Asomándose al balcón
En banderillas, aunque actualmente se cuenta con un plantel de buenísimos banderilleros, que casi siempre suelen cumplir bien y con profesionalidad su cometido, solemos padecer la actitud mezquina de algunos espadas, que por costumbre, suelen privarnos del tercer par.

Cada uno por un lado
Cuando son los matadores los que banderillean, es aún peor. Se pierde la esencia de la suerte, no cuadrando en la cara, no sacando los palos de arriba abajo y no asomándose al balcón, abundando las largas y veloces carreras, que se aplauden como si de una prueba física se tratara, sin darle la más mínima importancia al momento preciso en que clava el torero, donde se halla la cabeza del toro, si la misma, pasó de la reunión hace un buen rato.

En la muleta se perdió el ligar uno y otro muletazo. Las tandas se componen por regla general de dos y el de pecho. Nos están acostumbrando a que veamos hacer las faenas con la muleta retrasada, quedándose el pase, no en un lance completo, si no en un medio pase.

Son muy pocas las faenas en las que el matador, deja la distancia correspondiente, cita de frente, adelanta la muleta y trae al toro toreado desde delante, terminado el pase atrás y rematado hacia dentro, lo que va a facilitar la colocación del torero, para poder ligar el siguiente y así cinco o seis derechazos o naturales, que permitirán al espada, a medida que da un pase, ir ajustándose más, para el siguiente y conociendo o pulseando mejor la embestida del animal, siendo ésta la verdad y la grandeza de una buena faena de muleta.

"Pa fuera"
Son muchos los toreros actuales y algunos figuras del momento, que están obteniendo grandes éxitos utilizando un toreo de mentira, en el que se torea desprendido, en línea recta, rematando al toro tras cada pase hacia fuera, colocados siempre fuera de cacho, sin cruzar al pitón contrario, siempre al hilo del pitón, llevando la muleta retrasada, perdiendo el respeto al toro bobalicón, asumiendo riesgos innecesarios ante la bravuconería del animal, el que cuando ve hueco entre la muleta y el torero, opta por decantarse por éste, siendo cogido de manera innecesaria.

Ejercicio circense
En la suerte suprema, la más importante de las suertes que se hacen en el ruedo, porque debe ser de las únicas en las que el torero, pierde la cara del toro, se viene produciendo más de lo mismo. Para ver una estocada con toda la verdad, hay que ver muchas corridas de toros. En la temporada pueden producirse, menos de diez estocadas bien ejecutadas.

Los defectos que todas las tardes vemos en las plazas de toros, si bien el aficionado quizás no, el público general, lo consiente y lo aplaude, por lo que los toreros con ese consentimiento mayoritario que les da el público, se acomodan y arriesgan lo mínimo, no esforzándose en hacer las cosas como Dios manda.

La culpa por lo tanto, es una culpa compartida, entre el torero que no trata de hacer su faena como corresponde, acomodado en la poca o casi nula exigencia del público que pueblan los tendidos dispuestos a divertirse, además de participar en un acto social más de la sociedad
actual. Lo que ocurre en el ruedo es secundario y se valoran más los detalles pintureros o relacionados con la prensa rosa, para la concesión de trofeos y para valorar una faena, que al peso y transcendencia de la faena en sí y del animal que tuvo delante el torero, ya que la mayoría no fue predispuesta para valorar algo tan serio y de tanto calado.

Quienes entendemos un poco de esto, aunque de esto no se llega a entender nunca, estamos obligados a tratar de cambiar las costumbres que han instalado en la tauromaquia, bien de forma espontánea o de manera intencionada, debiendo en todo momento conseguir con razones y argumentos, que quienes se acercan a los toros por los motivos que sean, vayan sintiendo la necesidad de valorar la tauromaquia como algo más especial, con más profundidad, donde concurren valores, elementos y principios dignos de tener en cuenta. Que una corrida de toros, no es solo lo que se aprecia a simple vista, sino que existe algo más allá, un trasfondo, que conociéndolo, apasiona y atrae tanto o más, como la belleza superficial del toreo.

sábado, 21 de octubre de 2017

EXPOSICION MONTORO CON MANOLETE


En la tarde noche de ayer, 20 de octubre de 2017, con motivo de la celebración del 100 aniversario del nacimiento del Califa Cordobés, MANUEL RODRIGUEZ SANCHEZ "Manolete", quedó inaugurada en la Oficina de Turismo de Montoro (Córdoba), una exposición donde se han dado cita la obra fotográfica del fotógrafo valenciano Joaquín Sanchís "Finezas", propiedad de la Diputación de Valencia y obras pictóricas, escultóricas, revistas de época, trajes de torear y prendas que tuvieron que ver con Manolete, pertenecientes al museo del monstruo cordobés, propiedad del estudioso manoletista “PACO LAGUNA" que se halla en su museo de la localidad de Villa del Río (Córdoba).
 
Don Lorenzo Galán
Durante el acto y tras las palabras de bienvenida llevadas a cabo por el Presidente de la Asociación Cultural Taurina de Montoro (Córdoba) don Lorenzo Galán Sánz, intervinieron en primer lugar doña Dolores Soria Molina, sobrina de Manolete y que actualmente vive entre nosotros en Montoro. Doña Dolores contó anécdotas vividas junto a su tío al que describió como una persona jovial, alegre, cariñoso, familiar y muy respetuoso con su familia y con todo el mundo. 
Dª Dolores Soria, sobrina de Manolete

Relató los momentos de la llegada de la noticia a Córdoba de la cogida del diestro cordobés en la Plaza de Toros de Linares, como se vivieron en su familia los instantes de su trágica muerte y su entierro, manifestando que la muerte de su tío supuso un hecho muy lamentable para Córdoba y para muchas personas de su familia, del que nunca llegaron a recuperarse.

Después tomó la palabra don Francisco Laguna Menor "PACO LAGUNA", escritor, biógrafo y uno de los más prestigiosos estudiosos de la vida de Manolete a nivel mundial, contando en su haber con uno de los depósitos más importantes de objetos y recuerdos relacionados con Manolete.
Don Francisco Laguna Menor

Laguna hizo un semblante de la vida y de la muerte de Manuel Rodríguez Sánchez, recalcando que Manolete, fue un adelantado a su época, como torero, puesto que aún se bebe de la esencia taurina del Califa Cordobés, y como persona, ya que actuó siempre como quiso y como “le dio la gana”, sin tener en cuenta para nada, los momentos sociales, ni políticos de aquellos tiempos.  

Don Emilio Monterroso
Después tomó la palabra don Emilio Monterroso, Alcalde de Villa del Río (Córdoba), quien expuso al público asistente la inquietud que tuvo y tiene, pese a no ser taurino, por descubrir y porque se descubra, el talante de una persona como Manolete, persona con mucha personalidad, que en una época difícil de posguerra quiso unir siempre las dos "Españas", estrechando tanto la mano de los republicanos exiliados en México y encabezados por Indalecio Prieto, como la del propio Jefe del Estado.

Doña Ana Mª Romero
Por último, tomó la palabra la Alcaldesa de Montoro, doña Ana María Romero Obrero, quien manifestó que desde que se enteró de la importancia artística e histórica de la exposición, puso todo su empeño para que los montoreños pudieran disfrutarla, decidiéndose que la misma fuera instalada en la Oficina de Turismo de la localidad, para así, ponerla también a disposición de todos los foráneos que en estos días vengan a visitarnos. Agradeció a Paco Laguna, al Alcalde de Villa del Río y a doña Dolores Soria Molina su presencia y declaró inaugurada la exposición.

La exposición es de un gran valor histórico, artístico y emocional y permanecerá abierta hasta el próximo día 5 de noviembre de 2017, en horario de 9 a 15 horas de Lunes a Viernes, Sábados de 10 a 13 horas y Domingos de 10 a 14 horas, en la Oficina de Turismo sita en calle Corredera de Montoro (Córdoba).

Estuvo anunciada la presencia del diestro Juan Serrano "Finito de Córdoba", el que excuso a última hora su asistencia, ya que no le dio tiempo a llegar, pues se desplazaba desde la provincia de Cádiz, donde había estado participando en un tentadero, durante ese día.


  

lunes, 10 de abril de 2017

LA MORANTILLA: TIENTA CON CARTEL DE RELUMBRÓN


Espartaco, Borja Jiménez, don Eliseo Moran y Javier Jiménez
El pasado sábado, 8 de abril de 2017, tuvo lugar en la Ganadería "La Morantilla", ubicada en el paraje montoreño de "Las Gamonosas", un tentadero de hembras en el que fueron tentadas cuatro preciosas eralas, dos de pelo negro y dos castañas, que dieron un juego desigual.
Eralas que  iban a ser tentadas.
La tienta corrió a cargo del diestro Juan Antonio Ruiz "Espartaco", quien junto a su padre el también matador de toros Antonio Ruiz Rodríguez "Espartaco", y los hermanos Javier y Borja Jiménez, llevaron a cabo dicho tentadero, al que asistieron igualmente dos jóvenes promesas de la Escuela Taurina de Córdoba.
Juan Ant. Ruiz "Espartaco", calienta antes de empezar.
Al tentadero asistieron miembros de la Asociación Cultural Taurina de Montoro, entre otros invitados.
Miembros de la Asociación Cultural Taurina de Montoro, con Juan Ant. Ruiz "Espartaco".
El día fue un día apacible de primavera, donde el sol imperó e impuso respeto, contribuyendo a que fuera una jornada agradable.

Don Eliseo Moran titular de la ganadería derrochó, como en él es habitual, amabilidad y hospitalidad a todos los concurrentes, ejerciendo de excelente anfitrión, que ante todo se siente montoreño de los pies a la cabeza.


(YOUTUBE de forma despótica, atendiendo a consignas de Lobbys antitaurinos e infringiendo la Ley 18/2013 que declara la Tauromaquia Patrimonio Cultural, priva a los ciudadanos de poder ver como un torero con solera "Espartaco padre" da una larga cambiada. Cosas de la dictadura de la moralidad que pretenden imponer utilizando la fuerza. De tí depende que esto deje de ocurrir.)


En el Vídeo anterior se deja constancia del arrojo y pundonor de un torero que lo será siempre, Antonio Ruiz Rodríguez "Espartaco", padre de la famosa saga de toreros, que a sus 76 años se atrevió a dar una larga cambiada de rodillas. Torero siempre.

miércoles, 8 de marzo de 2017

CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE MANOLETE

Joselito y Lorenzo Galán, Presidente de la Asociación Cultural Taurina de Montoro
En la tarde-noche de ayer, 7 de marzo de 2017, una representación de la Asociación Cultural Taurina de Montoro, hizo acto de presencia en el Salón Julio Romero de Torres del Círculo de la Amistad de Córdoba, para asistir a la primera del Ciclo de Conferencias organizado por el Ayuntamiento de Córdoba, con motivo del cien aniversario del nacimiento de Manolete.

Con un lleno absoluto del recinto, el diestro madrileño José Miguel Arroyo “Joselito”, acompañado por el periodista Francisco Aguado, disertaron de forma apasionada sobre la figura de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” y lo que éste personaje supuso en sus vidas.

En el acto también intervino Federico Roca de Torres, Presidente del Círculo de la Amistad, José María Portillo Fabra de la Peña Taurina “El Castoreño”, el matador de toros cordobés José Luis Moreno y cerró el acto el Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, David Luque, quien agradeció la gran asistencia y el interés mostrado, animando a los cordobeses para que se vuelquen en los eventos que hay programados ya que debíamos ser conscientes los cordobeses de lo mucho que significa Manolete para Córdoba, incluso en nuestro día a día, un referente que poco a poco se va a ir mostrando a través de los actos de homenaje.


La próxima conferencia tendrá lugar en el mismo sitio, el próximo día 13 de marzo, en la que los ganaderos don Álvaro Domecq y don José Joaquín Moreno Silva, disertaran sobre “El toro, antes y después de Manolete”, presentados por Salvador Giménez.

domingo, 1 de enero de 2017

MANOLETE: Cien años del Califa Cordobés.

Angustias Sánchez y Manuel Rodríguez y el pequeño Manolete
En este recién estrenado año 2017, Córdoba comenzará a conmemorar, el centenario del nacimiento del  personaje contemporáneo, más ilustre que hasta ahora ha tenido.

A la una y media de la madrugada, del miércoles 4 de julio de 1917, en la cordobesa calle de Torres Cabrera nº 2, ve la luz por primera vez, el que iba a ser el torero más grande que jamás ha existido.

Su madre Angustias Sánchez Martínez, nace en Albacete el 5 de abril de 1881, donde fue bautizada en la parroquia de San Julián, llegando a Córdoba junto con sus padres a la edad de 5 años. Su padre, matador de toros, llamado exactamente igual que su recién nacido hijo, osea Manuel Rodríguez Sánchez, es natural de Córdoba donde nació el 27 de septiembre de 1883, era hijo de un modesto banderillero, llamado exactamente igual que el hijo y el nieto, osea Manuel Rodríguez Sánchez, quien era sobrino del malogrado “Pepete”, hermano del torero cordobés José Rodríguez Sánchez “Bebe Chico” y sobrino segundo de Lagartijo el Grande.

Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete"
Es en la pila bautismal de la Iglesia de San Miguel de la Capital Califal, donde recibió el sacramento del bautismo cinco días después de nacer el pequeño “Manolete”, imponiéndosele el nombre de Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, actuando como padrinos su tío Francisco Rodríguez Sánchez y su hermana mayor Dolores Molina Sánchez.

Es a la Plaza de la Lagunilla y concretamente al nº 49, siendo aún un chiquillo, donde se traslada la familia y donde Manolete comienza de dar sus primeros pasos en la vida, siempre rodeado por un acentuado entorno taurino familiar y por el ambiente del taurinismo cordobés, que emanaba del Barrio de Santa Marina y del colindante de la Merced, barrios de los que brotaron lo más significativo de la torería cordobesa y de la torería nacional.

El salón de la casa de la Plaza de la Lagunilla, venía presidido por dos cabezas de toros disecadas. Una, se correspondía a la del toro “Yegüerizo” de la Ganadería de Don Esteban Hernández, con la que tomó la alternativa el padre de Manolete, Manuel Rodríguez Sánchez, en la Plaza de Madrid el 15 de septiembre de 1907. La otra cabeza, pertenecía a la del toro “Salinero” de Veragua, con el que tomó la alternativa Rafael Molina Martínez “Lagartijo Chico”, el 16 de septiembre de 1900 en Madrid.
Rafael Molina Martínez "Lagartijo Chico"

Rafael Molina Martínez “Lagartijo Chico”, nació en Córdoba el 16 de julio de 1880, siendo hijo de Juan Molina Sánchez, famoso banderillero siempre a las órdenes de su hermano el gran Rafael Molina Sánchez “Lagartijo”, por tanto también sobrino de éste. “Lagartijo Chico” contrajo matrimonio el 25 de marzo de 1903 con doña Angustias Sánchez Martínez, naciendo fruto de éste matrimonio, dos hijas llamadas Dolores y Angustias. Fallece víctima de una grave enfermedad el 8 de abril de 1910, a la edad de 29 años.

Rafael Soria Molina
Como antecedente montoreño de interés indicar, que Rafael Molina Martínez “Lagartijo Chico”, fue abuelo de Rafael Soria Molina “Lagartijo”, ya que éste era hijo de Dolores la mayor de las dos hijas que aquel tuvo con doña Angustias. Rafael Soria Molina “Lagartijo”, tomó la alternativa en Montoro, el día 7 de octubre de 1951.
  
Manolete Padre
El 3 de noviembre de 1912, vuelve a contraer matrimonio doña Angustias Sánchez en segundas nupcias con el padre de Manolete, de este nuevo matrimonio nacen cuatros hijos llamados Teresa, Ángela, Soledad y Manuel, el que adoptando el mismo apodo que su padre y su abuelo, el de “Manolete”, llegará a ser Califa cordobés del toreo. El padre de “Manolete”, Manuel Rodríguez Sánchez, falleció víctima de una rápida enfermedad el 4 de marzo de 1923, con 39 años de edad.

A la edad de cinco años, Manolete queda huérfano de padre y su madre doña Angustias consigue sacar adelante a sus seis hijos, con más o menos fatigas.
Manolete de Primera Comunión
Manolete es un niño que acude con interés al Colegio de los Padres Salesianos en Córdoba, siendo un estudiante aplicado que se decantaba más por las letras que por las ciencias, mostrando una gran predilección por la Historia. Era conciso en el hablar, le gustaba escuchar más que conversar, desde pequeño mostró un carácter melancólico, quizás como consecuencia de su prematura orfandad y de las secuelas que arrastró a lo largo de toda su vida, como consecuencia de padecer una grave pulmonía.

Hizo la Primera Comunión vistiendo un traje azul con pantalón corto y una banda al pecho.

Manolete con pantalón corto
Junto con su primo Manuel, Rafael Luque, Luis González y varios más, comienzan sus iniciales juegos con el toro, en fincas como “El Lobatón” y “Córdoba la Vieja”, siendo en ésta donde recibió su bautismo de sangre, al ser cogido por una vaca de don Florentino Sotomayor, teniendo que ser evacuado a Córdoba, en un coche propiedad de Marcial Lalanda “el más grande”, según canta el pasodoble.

El domingo de Resurrección de 1931 actúa en Cabra junto a su primo y con la señorita torera Juanita Cruz, lidiando novillos de Gamero Cívico, incorporándose dos años más tarde, osea en 1933, al espectáculo cómico-taurino “Los Califas”, actuando en la parte seria del mismo.

Se viste de luces en Córdoba por primera vez, en una novillada nocturna el 12 de agosto de 1933, con 16 años de edad, volviéndosele a repetir el 1 de octubre siguiente, en novillada celebrada por la tarde en el Coso de los Tejares.
Manolete el más joven en pantalón corto

En la temporada de 1934 toreó cuatro novilladas sin caballos, concretamente dos en Écija, una en Úbeda y otra en Sabiote.

Debuta con picadores en la plaza madrileña de Tetuán de las Victorias, el día 1 de mayo de 1935, actuando con los mexicanos Liborio Ruiz y Silverio Pérez y el español Valerito Chico y novillos de don Esteban Hernández.

Con picadores se presenta en Córdoba el 25 de julio de 1935, lidiando toros de doña Enriqueta de la Cova, junto a Jaime Pericás y Edmundo Cepeda.
Manolete vestido de luces muy joven

En 1936, torea en Córdoba el 6 y 31 de mayo y el 14 de junio que corta dos orejas y un rabo.
Estalla la Guerra Civil y Manolete de la mano de su apoderado Camará, que había sido su representante desde sus comienzos taurinos, continúa toreando durante los tres años que duró la contienda.

Es un 9 de octubre de 1938, cuando comienza el idilio de Sevilla con Manolete y así la consagración de cuarto Califa del Toreo.

Alternó aquella tarde con Pepe Luis Vázquez, al que los sevillanos tenían una autentica adoración, pero a Manolete le sale un novillo de Villamarta, bravo, fino de cabos y muy fiero, al que el torero cordobés le hace el toreo de verdad, marca de la casa. Tres días después el 12 de octubre de 1938, se vuelve a repetir el cartel en Córdoba y los trenes traen sevillanos a la Ciudad de la Mezquita, hasta en el techo. De nuevo impera la senequista personalidad del cordobés, quien sale triunfante aquella tarde.
Manolete, El Estudiante y Juanito Belmonte

El día 19 de marzo de 1939, se inicia la temporada en Córdoba organizándose una novillada con reses de Murube, a beneficio de la Hermandad cordobesa del Señor de la Caridad, con el fin de costear un trono para su Sagrada Imagen, cuya Cofradía era de reciente constitución. En el festejo actuaron los novilleros Rafael Ortega Gallito, Luis Diez Espadas y Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”. Fue en esa tarde y durante la actuación del diestro cordobés, cuando por primera vez fue interpretado y estrenado por la Banda Municipal de Córdoba, el pasodoble “Manolete”, escrito por don Pedro Orozco González y don José Ramos Celares. Los acordes de este pasodoble, no tardaron en hacerse pronto muy populares y quizás muchos de los que presenciaron el estreno en directo en la Plaza de Toros de los Tejares, no tuvieron la percepción de que estaban asistiendo a un hecho de significación histórica.
Camará y Manolete

Terminada la Guerra Civil en 1939, Camará decide que Manolete está preparado para tomar la alternativa en Sevilla y así se lleva a cabo concretamente el 2 de Julio de aquel año. En el cartel de la alternativa, el padrino Manuel Jiménez “Chicuelo” y el calé Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, con toros de don Clemente Tasara de encaste Parladé, doctorándose el Califa Cordobés con el toro número 6 de nombre “Mirador”.

Durante el intercambio de los trastos en la ceremonia de la alternativa, se produjo un dialogo tremendamente anecdótico que paso a transcribir literalmente:
Chicuelo: El toro es bueno: Manolo ¡suerte!
Manolete: Creo que está mejor por el derecho, ¿no?
Chicuelo: Esta mejor por donde quieras. Tu eres Manolete y lo podrás torear por naturales. Pon aquí el capote y coge la muleta y la "espa". Un abrazo y ¡suerte!'
Manolete: Mi madre me ha "dao" recuerdos "pa Dora", su mujer.
Chicuelo: ¡Pero, hombre! Eso déjalo "pa" después. Ahora, ¡a por el toro!

El día de la alternativa Manolete cobró 12.000 pesetas y entregó 2.000 como donativo para fines benéficos de los periodistas sevillanos.
Pepe Luis Vázquez, Domingo Ortega y Manolete

Tres meses después de tomar la alternativa, la confirma en Madrid en la Corrida de Beneficencia, celebrada el día 12 de octubre de 1939, de manos de Marcial Lalanda y lidiando el toro “Tejón” de Antonio Pérez.

Son muchos y muy importantes los éxitos taurinos que alcanza el más grande de los toreros, pero por numerosos, no voy a hacer referencia nada más que a su presentación en México, como matador de toros.

El 9 de diciembre de 1945 hace su presentación en México DF, actuando como padrino Silverio Pérez y como testigo Eduardo Solórzano, lidiando en primer lugar el toro de su confirmación llamado “Gitano” de la vacada de Torrecilla, al que cortó el rabo, en su segundo, de nombre “Cachorro”, recibió una cornada de gravedad en el muslo izquierdo.
México siempre estuvo rendido a la personalidad de Manolete

Lo que sí hay que resaltar, para que podamos valorar lo que tenemos, puesto que Manolete aún pervive entre nosotros, son los valores espirituales que llevaron a un enclenque cordobés a ser lo máximo en lo suyo.

Con Manolete comenzó una nueva etapa en la Fiesta de Toros, de la mano de su enorme personalidad, honradez, tesón y pundonor, hizo que el público se le entregara y vieran en él, el modelo de lidiador personalísimo y seguro, de valor sin tacha y de conciencia de responsabilidad en su oficio.

Manolete tuvo un concepto singular de su toreo, sus comienzos de faena con pases ayudados por bajo, realizados con ritmo y precisión, se anteponían a otros en los que se alzaba y reponía en su posición vertical. Una vez dominado el toro, nunca deja de estar en su actitud recta y vertical.
En Madrid

Este toreo vertical, sin concesiones, es una expresión de duro dominio típica del toreo cordobés. No se trataba de un recurso, si no que Manolete creía que para mandar sobre el toro, había que dominarlo desde su altura personal. Esa imagen erecta, era la que quedaba en el corazón de quienes eran fervientes seguidores.

Desde sus comienzos fue un arrojadísimo y perfecto estoqueador, no fue un torero que con el tiempo acabó estoqueando los toros con precisión; desde siempre fue un extraordinario estoqueador, que acabo siendo un extraordinario torero.

Dicen que Juan Belmonte había en cierta ocasión dijo: “Llegará un día que exista un torero que sea capaz de hacerle faena a todos los toros”.
Manolete a hombros por las calles de Córdoba

Manolete lo fue, fue capaz de hacerles faena a todos los toros, faenas de las grandes y además ejecutó la suerte del volapié como nadie la ha ejecutado nunca.

Tiempo más tarde, al ser preguntado Juan Belmonte, si el torero que él había profetizado diciendo que sería capaz de hacerle faena a todos los toros, podría ser Manolete, el Ilustrado diestro sevillano manifestó: “Pues…., pues…., si puede ser que sea Manolete”.

Manolo Caracol, Manolete, Lupe Sino y Lola Flores
La temporada de 1947, última de su vida, fue la más dura para Manolete, todas las tardes que se puso el traje de luces y en todos los sitios, su pundonor no le permitió nada más que comportarse como si estuviera en el inicio de su carrera.

Y será en Linares, en plaza de tercera con toro de primera, donde un Miura ejerciendo su deber de coger, dará certera cornada al mejor de los toreros y en la suerte de matar, paradojas de la vida.

Linares: Manolete lidia a "Islero"
La faena estuvo basada principalmente en la mano derecha, cuando el muletazo lo daban el torero a favor de chiqueros, querencia natural de la res, ésta aceptaba con naturalidad la envestida, pero al siguiente lance a contra-querencia y sin emendar los terrenos el diestro, el toro se frenaba y pasaba muy a su pesar con recelo, porque era obligado por un torero con mucha raza, influido por su amor propio.

Llegó el momento de la estocada, el toro tenía que arrancar contra su querencia, se quedó en el centro de la suerte, inclinándose hacia el lugar de su querencia, cortando la salida a Manolete, “Islero”, que así se llamaba el Miura, al sentirse mortalmente herido, derrotó al mismo tiempo que se inclinaba hacia su querencia, alcanzando en el derrote la pierna derecha del torero.
Manolete entra a matar a "Islero"

Aquel día 28 de agosto de 1947 con toros de Miura, además se acartelaban Gitanillo de Triana y Luis Miguel Dominguín, quienes fueron testigos de la tragedia.

Mientras la madrugada del 29 de agosto de 1947 se iba haciendo dueña del día, la Ciudad de Linares velaba entera, esperando noticias traquilizadoras desde la habitación nº 18 de la Sala San Raimundo, ubicada en la planta baja, del Hospital de los Marqueses de Linares, donde Manolete recibía asistencia. Pero las noticias eran cada vez más desalentadoras, pese a que los más reconocidos médicos taurinos, habían recorrido presurosos la geografía española, dirección a Linares. 
Velando el cadáver de Manolete: Teodoro Matilla, El Pipo, Cantimplas,
La mujer del Yoni, Lupe Sino y su mozo de espadas Guillermo


Este año también se van a cumplir 70 años justos de aquel hecho lamentable, desde aquí sin ambages mi humilde homenaje al que considero el más Ilustre Personaje Contemporáneo que Córdoba ha dado.  

Y digo sin ambages, porque como él nos enseñó, en la vida hay que vivir con personalidad y respeto a los demás, actuando con rigor y pundonor, yendo siempre con la verdad por delante y no haciendo las cosas, porque hay que hacerlas o llevados por las circunstancias.

Espero que algunos de los que tienen la responsabilidad, contando con facultades y competencias para homenajear al Califa Cordobés, ejecuten sus obligaciones con la honradez y claridad que éste se merece, reconociendo que además de encontrarnos ante un personaje importantísimo de Córdoba, ha llegado a serlo, porque fue el TORERO más significativo que ha dado la historia, sin que ésta palabra y lo que ello representa, tenga porque producir reparo en nada, ni en nadie. Que las cosas, si se hacen, se hacen bien y que las cosas tergiversadas o hechas a medias, jamás resultarán hechas.


Que se olviden, al menos por un año, de esos miedos que embargan sus carreras y se sientan valiente y orgullosos de decir en alta voz, que han salido y continuarán saliendo nuevos toreros, dominadores, técnicos, valientes y con estilo que quizás hayan llegado o lleguen a superar a Manolete, pero la imagen torera que éste dio dentro y fuera de la plaza, ni se ha vuelto a ver, ni se volverá a ver nunca. Su personalidad era el todo de su toreo y como sería de grande, que nadie ha sido capaz nunca de criticarla. 

Por eso, hoy 100 ó 70 años después, seguimos recordándole como si siguiera aquí cerca.
Manolete con sombrero cordobés.